En el universo del branding actual, el diseño gráfico por sí solo ya no basta. La capacidad de una marca para conectar emocionalmente, diferenciarse y mantenerse vigente depende, en gran parte, del trabajo estratégico y creativo que se encuentra detrás de cada imagen, campaña o identidad visual. En este contexto, la figura del director de arte se vuelve esencial.
Esteve Traveset, profesional con más de dos décadas de experiencia en diseño, dirección creativa y dirección de arte, comparte una visión profunda sobre cómo esta disciplina puede transformar radicalmente los proyectos de marca.
A continuación, exploramos las cinco claves que todo director de arte debe dominar para potenciar marcas relevantes y duraderas.
1. Pensamiento estratégico: la base de toda marca sólida
Una marca poderosa no nace solo del diseño, sino de una plataforma estratégica bien definida. El propósito, los valores, la personalidad y el posicionamiento deben estar claros antes de comenzar cualquier proceso visual.
El director de arte interpreta esta estrategia y la convierte en decisiones visuales alineadas. Diseñar sin estrategia es como construir sin planos: puede ser atractivo, pero carece de profundidad y coherencia.
«Una vez implementas el pensamiento estratégico como diseñador, ningún otro proyecto que hagas va a ser igual.»
2. Storytelling: construir significado más allá de lo visual
El storytelling permite dotar de sentido a cada elemento visual. No se trata solo de crear imágenes impactantes, sino de construir una narrativa que conecte con la audiencia y exprese los valores de la marca.
El director de arte no trabaja solo con formas y colores, sino también con palabras, ideas y emociones. En colaboración con redactores creativos, se busca transformar conceptos en mensajes con alma.
“Tenemos que aprender a conceptualizar desde el mensaje, no solo desde la forma.”
3. Visualizar lo intangible: traducir conceptos en imágenes
Una de las habilidades esenciales del director de arte es transformar ideas abstractas en expresiones visuales concretas. Esto implica una gran capacidad de síntesis, sensibilidad estética y cultura visual.
Cada decisión gráfica —color, tipografía, fotografía, composición— debe estar al servicio del mensaje. El objetivo no es embellecer, sino comunicar con claridad y propósito.
“Todo lo que planteemos a nivel visual debe responder a una necesidad de comunicación.”
4. Dirección y colaboración: liderar desde la visión
El trabajo del director de arte no es solitario. Implica liderar equipos y coordinar perfiles creativos diversos: fotógrafos, ilustradores, realizadores, redactores, tipógrafos. Más que ejecutar, debe dirigir y articular un lenguaje visual coherente.
Este liderazgo también se extiende a la relación con el cliente, donde la capacidad de presentar, argumentar y defender propuestas es clave para lograr la confianza y el éxito de un proyecto.
“Un buen director de arte tiene que saber liderar una presentación, un equipo, una visión.”
5. Cultura visual e innovación: conectar con el presente sin perder la esencia
Aunque la identidad de una marca debe ser atemporal, su comunicación puede y debe dialogar con las tendencias visuales y tecnológicas del momento. Un director de arte debe estar en constante exploración, atento a la cultura, los cambios sociales, las nuevas herramientas y los lenguajes emergentes.
Esto no significa dejarse llevar por la moda, sino saber cuándo y cómo usarla estratégicamente para conectar de manera auténtica con el público.
“Nunca hemos tenido tantos recursos para crear una expresión visual propia, auténtica y diferencial.”
Reflexión final: creatividad con valentía
Más allá de las habilidades técnicas o estratégicas, la dirección de arte requiere curiosidad, inteligencia y coraje. Atreverse a proponer ideas nuevas, salirse de lo obvio y asumir riesgos creativos es lo que lleva a las marcas a territorios únicos.
“Ser disruptivo es un acto de valentía. Con el tiempo, se gana la seguridad para proponer ideas que aún no tienen referencias claras.”
¿Quieres construir marcas con alma, visión y relevancia? Apostar por la dirección de arte no es solo una decisión estética: es una apuesta por la profundidad, la coherencia y el impacto real en un mercado saturado de mensajes superficiales.