El portafolio de un diseñador gráfico comprende las mejores muestras de los trabajo realizados, es para reforzar y testificar de los conocimientos y habilidades que posee, pero mi portfolio tiene un elemento extra, el cual es: la duplicidad.

El motivo de la duplicidad es porque siendo residente de un país europeo me debo regir por las normas de protección de datos en todos los proyectos y trabajos en los que me he involucrado. En muchos casos las empresas están en todo el derecho de prohibirme el uso personal de las piezas gráficas creadas para ellos. 

Por lo tanto te invito a dudar de cada pieza que observes, ya que tengo la potestad de crearlas y realizar el fotomontaje suficientemente currado como para que tú como lector me evalúes y no se comprometa el contenido. Queda en la inocencia o la astucia de los que me conocen por  mi trayectoria como diseñadora gráfica si mis pruebas son reales o no.